1 « ¡Ya viene el día, candente como un horno! En ese día, todos los soberbios y todos los malhechores serán como estopa, y serán consumidos hasta las raíces. ¡No quedará de ellos ni una rama! Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.

«Poiché ecco, il giorno viene, ardente come una fornace; allora tutti i superbi e tutti i malfattori saranno come stoppia. Il giorno che viene li incendierà», dice il Signore degli eserciti, «e non lascerà loro né radice né ramo.

2 » Pero para ustedes, los que temen mi nombre, brillará un sol de justicia que les traerá salvación. Entonces ustedes saltarán de alegría, como los becerros cuando se apartan de la manada.

Ma per voi che avete timore del mio nome spunterà il sole della giustizia, la guarigione sarà nelle sue ali; voi uscirete e salterete, come vitelli fatti uscire dalla stalla.

3 E l día que yo actúe, ustedes aplastarán a los malvados hasta convertirlos en ceniza debajo de sus pies. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.

Voi calpesterete gli empi, che saranno come cenere sotto la pianta dei vostri piedi, nel giorno che io preparo», dice il Signore degli eserciti.

4 « Acuérdense de la ley de mi siervo Moisés, a quien en Horeb le di ordenanzas y leyes para todo Israel.

«Ricordatevi della legge di Mosè, mio servo, al quale io diedi sull’Oreb, leggi e precetti, per tutto Israele.

5 » Tomen en cuenta que, antes de que llegue el día grande y terrible del Señor, yo les enviaré al profeta Elías.

Ecco, io vi mando il profeta Elia, prima che venga il giorno del Signore, giorno grande e terribile.

6 Y él hará que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos, y que el corazón de los hijos se vuelva hacia los padres, para que yo no venga a destruir la tierra por completo.»

Egli volgerà il cuore dei padri verso i figli, e il cuore dei figli verso i padri, perché io non debba venire a colpire il paese di sterminio».