Marco 14 ~ Marcos 14

picture

1 M ancavano due giorni alla Pasqua e alla festa degli Azzimi. I capi dei sacerdoti e gli scribi cercavano il modo di prendere Gesù con inganno e ucciderlo;

Dos días después era la pascua, y la fiesta de los panes sin levadura; y buscaban los principales sacerdotes y los escribas cómo prenderle por engaño y matarle.

2 i nfatti dicevano: «Non durante la festa, perché non vi sia qualche tumulto di popolo». Maria di Betania unge il capo a Gesù

Y decían: No durante la fiesta para que no se haga alboroto del pueblo. Jesús es ungido en Betania (Mt. 26. 6-13; Jn. 12. 1-8)

3 G esù era a Betania, in casa di Simone il lebbroso; mentre egli era a tavola entrò una donna che aveva un vaso di alabastro pieno d’olio profumato, di nardo puro, di gran valore; rotto l’alabastro, gli versò l’olio sul capo.

Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.

4 A lcuni si indignarono fra di loro: «Perché si è fatto questo spreco d’olio?

Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?

5 S i poteva vendere quest’olio per più di trecento denari e darli ai poveri». Ed erano irritati contro di lei.

Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.

6 M a Gesù disse: «Lasciatela stare! Perché le date noia? Ha fatto un’azione buona verso di me.

Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.

7 P oiché i poveri li avete sempre con voi; quando volete, potete far loro del bene; ma me non mi avete per sempre.

Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis.

8 L ei ha fatto ciò che poteva; ha anticipato l’unzione del mio corpo per la sepoltura.

Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.

9 I n verità vi dico che in tutto il mondo, dovunque sarà predicato il vangelo, anche quello che costei ha fatto sarà raccontato, in memoria di lei». Giuda decide di tradire Gesù

De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. Judas ofrece entregar a Jesús (Mt. 26. 14-16; Lc. 22. 3-6)

10 G iuda Iscariota, uno dei dodici, andò dai capi dei sacerdoti con lo scopo di consegnare loro Gesù.

Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo.

11 E ssi, dopo averlo ascoltato, si rallegrarono e promisero di dargli del denaro. Perciò egli cercava il modo opportuno per consegnarlo. L’ultima Pasqua

Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle. Institución de la Cena del Señor (Mt. 26. 17-29; Lc. 22. 7-23; Jn. 13. 21-30; 1 Co. 11. 23-26)

12 I l primo giorno degli Azzimi, quando si sacrificava la Pasqua, i suoi discepoli gli dissero: «Dove vuoi che andiamo a preparare perché tu possa mangiare la Pasqua?»

El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?

13 E gli mandò due dei suoi discepoli e disse loro: «Andate in città, e vi verrà incontro un uomo che porta una brocca d’acqua; seguitelo;

Y envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle,

14 d ove entrerà, dite al padrone di casa: “Il Maestro dice: ‘Dov’è la mia stanza in cui mangerò la Pasqua con i miei discepoli?’”.

y donde entrare, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?

15 E gli vi mostrerà di sopra una grande sala ammobiliata e pronta; lì apparecchiate per noi».

Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí.

16 I discepoli andarono, giunsero nella città e trovarono come egli aveva detto loro; e prepararono per la Pasqua.

Fueron sus discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.

17 Q uando fu sera, giunse Gesù con i dodici.

Y cuando llegó la noche, vino él con los doce.

18 M entre erano a tavola e mangiavano, Gesù disse: «In verità io vi dico che uno di voi, che mangia con me, mi tradirà».

Y cuando se sentaron a la mesa, mientras comían, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar.

19 E ssi cominciarono a rattristarsi e a dirgli uno dopo l’altro: «Sono forse io?»

Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo?

20 E gli disse loro: «È uno dei dodici, che intinge con me nel piatto.

El, respondiendo, les dijo: Es uno de los doce, el que moja conmigo en el plato.

21 C erto il Figlio dell’uomo se ne va, com’è scritto di lui, ma guai a quell’uomo dal quale il Figlio dell’uomo è tradito! Meglio sarebbe per quell’uomo se non fosse mai nato!» La cena del Signore

A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas!! ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.

22 M entre mangiavano, prese del pane e, dopo aver pronunciato la benedizione, lo spezzò, lo diede loro e disse: «Prendete, questo è il mio corpo».

Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo.

23 P oi prese un calice e, dopo aver reso grazie, lo diede loro, e tutti ne bevvero.

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos.

24 E d egli disse loro: «Questo è il mio sangue, il sangue del patto, che è sparso per molti.

Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.

25 I n verità vi dico che non berrò più del frutto della vigna fino al giorno che lo berrò nuovo nel regno di Dio». Gesù avverte Pietro del suo rinnegamento

De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios. Jesús anuncia la negación de Pedro (Mt. 26. 30-35; Lc. 22. 31-34; Jn. 13. 36-38)

26 D opo che ebbero cantato l’inno, uscirono per andare al monte degli Ulivi.

Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.

27 G esù disse loro: «Voi tutti sarete scandalizzati perché è scritto: “Io percuoterò il pastore e le pecore saranno disperse”.

Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas.

28 M a dopo che sarò risuscitato vi precederò in Galilea».

Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.

29 A llora Pietro gli disse: «Quand’anche tutti fossero scandalizzati, io però non lo sarò!»

Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no.

30 G esù gli disse: «In verità ti dico che tu, oggi, in questa stessa notte, prima che il gallo abbia cantato due volte, mi rinnegherai tre volte».

Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces.

31 M a egli diceva più fermamente ancora: «Anche se dovessi morire con te, non ti rinnegherò». Lo stesso dicevano pure tutti gli altri. Agonia di Gesù nel giardino del Getsemani

Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo. Jesús ora en Getsemaní (Mt. 26. 36-46; Lc. 22. 39-46)

32 P oi giunsero in un podere detto Getsemani, ed egli disse ai suoi discepoli: «Sedete qui finché io abbia pregato».

Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro.

33 G esù prese con sé Pietro, Giacomo e Giovanni e cominciò a essere spaventato e angosciato.

Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse.

34 E disse loro: «L’anima mia è oppressa da tristezza mortale; rimanete qui e vegliate».

Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.

35 A ndato un po’ più avanti, si gettò a terra; e pregava che, se fosse possibile, quell’ora passasse oltre da lui.

Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora.

36 D iceva: «Abbà, Padre! Ogni cosa ti è possibile; allontana da me questo calice! Però non quello che io voglio, ma quello che tu vuoi».

Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.

37 P oi venne, li trovò che dormivano e disse a Pietro: «Simone! Dormi? Non sei stato capace di vegliare un’ora sola?

Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?

38 V egliate e pregate, affinché non cadiate in tentazione; lo spirito è pronto, ma la carne è debole».

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

39 D i nuovo andò e pregò, dicendo le medesime parole.

Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras.

40 R itornato, li trovò che dormivano perché gli occhi loro erano appesantiti; e non sapevano che rispondergli.

Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle.

41 V enne la terza volta e disse loro: «Dormite pure, ormai, e riposatevi! Basta! L’ora è venuta: ecco, il Figlio dell’uomo è consegnato nelle mani dei peccatori.

Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.

42 A lzatevi, andiamo; ecco, colui che mi tradisce è vicino». Arresto di Gesù

Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega. Arresto de Jesús (Mt. 26. 47-56; Lc. 22. 47-53; Jn. 18. 2-11)

43 I n quell’istante, mentre Gesù parlava ancora, arrivò Giuda, uno dei dodici, e insieme a lui una folla con spade e bastoni, inviata da parte dei capi dei sacerdoti, degli scribi e degli anziani.

Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos.

44 C olui che lo tradiva aveva dato loro un segnale, dicendo: «Quello che bacerò, è lui; pigliatelo e portatelo via sicuramente ».

Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle, y llevadle con seguridad.

45 A ppena giunse, subito si accostò a lui e disse: «Rabbì!» e lo baciò.

Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.

46 A llora quelli gli misero le mani addosso e lo arrestarono.

Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron.

47 M a uno dei presenti, tratta la spada, percosse il servo del sommo sacerdote e gli recise l’orecchio.

Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja.

48 G esù, rivolto a loro, disse: «Voi siete usciti con spade e bastoni, come contro un brigante, per prendermi.

Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme?

49 O gni giorno ero in mezzo a voi insegnando nel tempio e voi non mi avete preso; ma questo è avvenuto affinché le Scritture fossero adempiute».

Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras.

50 A llora tutti, lasciatolo, se ne fuggirono.

Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron. El joven que huyó

51 U n giovane lo seguiva, coperto soltanto con un lenzuolo; e lo afferrarono;

Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron;

52 m a egli, lasciando andare il lenzuolo, se ne fuggì nudo. Gesù compare davanti a Caiafa e al sinedrio

mas él, dejando la sábana, huyó desnudo. Jesús ante el concilio (Mt. 26. 57-68; Lc. 22. 54-55, 63-71; Jn. 18. 12-14, 19-24)

53 C ondussero Gesù davanti al sommo sacerdote; e si riunirono tutti i capi dei sacerdoti, gli anziani e gli scribi.

Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas.

54 P ietro, che lo aveva seguito da lontano fin dentro il cortile del sommo sacerdote, stava lì seduto con le guardie e si scaldava al fuoco.

Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego.

55 I capi dei sacerdoti e tutto il sinedrio cercavano qualche testimonianza contro Gesù per farlo morire; ma non ne trovavano.

Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban.

56 M olti deponevano il falso contro di lui, ma le testimonianze non erano concordi.

Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban.

57 E alcuni si alzarono e testimoniarono falsamente contro di lui dicendo:

Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo:

58 « Noi l’abbiamo udito mentre diceva: “Io distruggerò questo tempio fatto da mani d’uomo e in tre giorni ne ricostruirò un altro, non fatto da mani d’uomo”».

Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.

59 M a neppure così la loro testimonianza era concorde.

Pero ni aun así concordaban en el testimonio.

60 A llora il sommo sacerdote, alzatosi in piedi nel mezzo, domandò a Gesù: «Non rispondi nulla? Che cosa testimoniano costoro contro di te?»

Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?

61 M a egli tacque e non rispose nulla. Di nuovo il sommo sacerdote lo interrogò e gli disse: «Sei tu il Cristo, il Figlio del Benedetto?»

Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?

62 G esù disse: «Io sono; e vedrete il Figlio dell’uomo seduto alla destra della Potenza e venire sulle nuvole del cielo ».

Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

63 I l sommo sacerdote si stracciò le vesti e disse: «Che bisogno abbiamo ancora di testimoni?

Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?

64 V oi avete udito la bestemmia. Che ve ne pare?» Tutti lo condannarono come reo di morte.

Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte.

65 A lcuni cominciarono a sputargli addosso, a coprirgli la faccia, a dargli dei pugni e a dirgli: «Indovina! » E le guardie si misero a schiaffeggiarlo. Gesù rinnegato tre volte da Pietro

Y algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: Profetiza. Y los alguaciles le daban de bofetadas. Pedro niega a Jesús (Mt. 26. 69-75; Lc. 22. 55-62; Jn. 18. 15-18, 25-27)

66 M entre Pietro era giù nel cortile, venne una delle serve del sommo sacerdote;

Estando Pedro abajo, en el patio, vino una de las criadas del sumo sacerdote;

67 e , veduto Pietro che si scaldava, lo guardò bene e disse: «Anche tu eri con Gesù Nazareno».

y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dijo: Tú también estabas con Jesús el nazareno.

68 M a egli negò dicendo: «Non so, né capisco quello che tu dici». Poi andò fuori nell’atrio {e il gallo cantò}.

Mas él negó, diciendo: No le conozco, ni sé lo que dices. Y salió a la entrada; y cantó el gallo.

69 L a serva, vedutolo, cominciò di nuovo a dire ai presenti: «Costui è uno di quelli».

Y la criada, viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos.

70 M a lui negò di nuovo. E ancora, poco dopo, coloro che erano lì dicevano a Pietro: «Certamente tu sei uno di quelli, anche perché sei Galileo ».

Pero él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos.

71 M a egli prese a imprecare e a giurare: «Non conosco quest’uomo di cui parlate».

Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis.

72 E subito, per la seconda volta, il gallo cantò. Allora Pietro si ricordò della parola che Gesù gli aveva detta: «Prima che il gallo abbia cantato due volte, tu mi rinnegherai tre volte». E si abbandonò al pianto.

Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.