1 A LEF Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR.
Dichosos los de conducta perfecta, los que siguen las enseñanzas del Señor.
2 B ienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.
Dichosos los que cumplen sus testimonios, y lo buscan de todo corazón.
3 P ues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos.
Ellos no cometen ninguna maldad, porque van por los caminos del Señor.
4 T ú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados.
Tú, Señor, has ordenado que se cumplan bien tus mandamientos.
5 ¡ Deseo que fueran ordenados mis caminos a guardar tus estatutos!
¡Cómo quisiera ordenar mis caminos para cumplir con tus estatutos!
6 E ntonces no sería yo avergonzado, cuando mirara en todos tus mandamientos.
Así no sentiría yo vergüenza de atender a todos tus mandamientos.
7 T e alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.
Te alabaré con un corazón sincero cuando haya aprendido tus justas sentencias.
8 T us estatutos guardaré, no me dejes enteramente.
Quiero obedecer tus estatutos; ¡no me abandones del todo! Bet
9 ¶ BET ¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra.
¿Cómo puede el joven limpiar su camino? ¡Obedeciendo tu palabra!
10 C on todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos.
Yo te he buscado de todo corazón; ¡no dejes que me aparte de tus mandamientos!
11 E n mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
En mi corazón he atesorado tus palabras, para no pecar contra ti.
12 B endito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos.
¡Bendito seas, Señor! ¡Permíteme aprender tus estatutos!
13 C on mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
Con mis labios siempre proclamo todas las sentencias que has dictado.
14 E n el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza.
Me alegra seguir el camino de tus testimonios más que poseer muchas riquezas.
15 E n tus mandamientos meditaré, y consideraré tus caminos.
Siempre medito en tus mandamientos, y fijo mi atención en tus sendas.
16 E n tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.
Mi alegría es el cumplir tus estatutos; ¡nunca me olvido de tus palabras! Guímel
17 ¶ GUIMEL Haz este bien a tu siervo que viva, y guarde tu palabra.
Concédele a tu siervo una larga vida, y obedecer siempre tu palabra.
18 D estapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
Ábreme los ojos para contemplar las grandes maravillas de tus enseñanzas.
19 A dvenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos.
En este mundo estoy de paso; ¡no escondas de mí tus mandamientos!
20 Q uebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo.
Con ansias anhela mi alma conocer en todo tiempo tus sentencias.
21 R eprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos.
Tú reprendes a los soberbios y malvados que se apartan de tus mandamientos.
22 A parta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado.
Aparta de mí la vergüenza y el desprecio, porque yo he cumplido con tus testimonios.
23 P ríncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu siervo según tus estatutos.
Los magnates se reunieron para condenarme, pero este siervo tuyo meditaba en tus estatutos.
24 P ues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
Yo me deleito en tus testimonios, porque son mis mejores consejeros. Dálet
25 ¶ DALET Se apegó con el polvo mi alma, vivifícame según tu palabra.
Me siento totalmente desanimado; ¡infúndeme vida, conforme a tu palabra!
26 M is caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos.
Te he contado mis planes, y me has respondido; ahora dame a conocer tus estatutos.
27 H azme entender el camino de tus mandamientos, y meditaré de tus maravillas.
Hazme entender cómo andar en tus mandatos, para que medite yo en tus maravillas.
28 S e deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra.
La ansiedad me corroe el alma; ¡susténtame con tu palabra!
29 A parta de mí, camino de mentira; y de tu ley hazme misericordia.
Apártame de andar tras la mentira, y en tu misericordia enséñame tu ley.
30 E scogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
Yo he escogido seguirte fielmente; y tengo presentes tus sentencias.
31 M e he allegado a tus testimonios; oh SEÑOR, no me avergüences.
Señor, yo me ciño a tus testimonios; ¡no permitas que sea yo avergonzado!
32 P or el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón.
Quiero seguir la senda de tus mandamientos, porque tú le das libertad a mi corazón. He
33 ¶ HE Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
Señor, guíame por el camino de tus estatutos, y yo los obedeceré hasta el fin.
34 D ame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón.
Hazme entender tu ley, para cumplirla; la obedeceré de todo corazón.
35 G uíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.
Encamíname hacia tus mandamientos, porque en ellos me deleito.
36 I nclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
Inclina mi corazón hacia tus testimonios, y no hacia la avaricia.
37 A parta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
Aparta mis ojos de los dioses falsos, y dame vida para andar contigo.
38 C onfirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
Confirma tu palabra a tu siervo, porque este siervo tuyo te honra.
39 Q uita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.
Aléjame del temor a la deshonra, porque tú eres bondadoso en tus juicios.
40 H e aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.
Ansío conocer tus mandamientos; ¡dame vida conforme a tu justicia! Vau
41 ¶ VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salvación, conforme a tu dicho.
Señor, ten misericordia de mí, y envíame tu salvación, como lo has prometido.
42 Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.
Así responderé a los que se burlan de mí, que yo he puesto en ti mi confianza.
43 Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero.
No quites de mis labios la verdad de tu palabra, pues he puesto mi esperanza en tu justicia.
44 Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo.
Yo cumpliré siempre tu ley, desde ahora y para siempre.
45 Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
Sólo así seré completamente libre, pues he buscado seguir tus mandamientos.
46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.
En presencia de reyes hablaré de tus testimonios, y no tendré de qué avergonzarme.
47 Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado.
Tus mandamientos son mi alegría, porque los amo profundamente.
48 A lzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.
Con amor levanto mis manos hacia tus mandamientos, y medito en tus estatutos. Záyin
49 ¶ ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
Recuerda las promesas que me hiciste, en las cuales he puesto mi esperanza.
50 E sta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó.
En mi aflicción, ellas son mi consuelo; pues tu palabra me infunde nueva vida.
51 L os soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley.
Los soberbios se burlan mucho de mí, pero ni así me aparto de tu ley.
52 M e acordé, oh SEÑOR, de tus juicios antiguos, y me consolé.
Mi consuelo, Señor, es recordar que tu justicia es siempre la misma.
53 H orror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.
Me horroriza pensar que hay malvados que se mantienen alejados de tu ley.
54 C anciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.
Aunque en este mundo estoy de paso, mis canciones son tus estatutos.
55 M e acordé en la noche de tu Nombre, oh SEÑOR, y guardé tu ley.
Por las noches pienso en ti, Señor, pues quiero obedecer tu ley.
56 E sto tuve, porque guardaba tus mandamientos.
Esto es lo que me ha tocado: poner en práctica tus mandamientos. Jet
57 ¶ CHET Mi porción, oh SEÑOR, dije, será guardar tus palabras.
Señor, tú eres todo lo que tengo, y prometo que obedeceré tu palabra.
58 T u presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra.
De todo corazón busco tu presencia; ten compasión de mí, conforme a tu promesa.
59 C onsideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios.
He estado pensando en mis acciones, y decidí encaminar mis pies hacia tus estatutos.
60 M e apresuré, y no me retardé en guardar tus mandamientos.
Voy a darme prisa, y sin tardanza cumpliré con tus mandamientos.
61 C ompañía de impíos me han robado, mas no me he olvidado de tu ley.
Me hallo sujeto a gente sin piedad, pero no me olvido de tu ley.
62 A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia.
Me levanto a medianoche, y te alabo porque tus juicios son rectos.
63 C ompañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos.
Soy amigo de todos los que te honran, de todos los que obedecen tus preceptos.
64 D e tu misericordia, oh SEÑOR, está llena la tierra; tus estatutos me enseñan.
Señor, tu misericordia llena la tierra; ¡enséñame tus decretos! Tet
65 ¶ TET Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra.
Señor, tú has tratado con bondad a tu siervo, de acuerdo a lo que le prometiste.
66 B ondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído.
Enséñame a tener sabiduría y buen juicio, pues yo creo en tus mandamientos.
67 A ntes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo.
Antes de sufrir, yo andaba descarriado; pero ahora obedezco tu palabra.
68 B ueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos.
Tú eres bueno, y me tratas bien; enséñame tus estatutos.
69 S obre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Gente arrogante inventa mentiras en mi contra, pero yo cumplo tus mandamientos de todo corazón.
70 S e engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.
Esa gente tiene el corazón insensible, pero yo me regocijo con tu ley.
71 B ueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
Me convino que me hayas castigado, porque así pude aprender tus estatutos.
72 M ejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
Para mí, es mejor la ley que mana de tus labios que miles de monedas de oro y plata. Yod
73 ¶ YOD Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Tú, con tus propias manos me formaste; dame la capacidad de comprender tus mandamientos.
74 L os que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.
Cuando me vean los que te honran, se alegrarán, porque en tu palabra he puesto mi esperanza.
75 C onozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que en fidelidad me afligiste.
Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que por tu fidelidad me afligiste.
76 S ea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.
Muéstrame tu misericordia, y ven a consolarme, pues ésa fue tu promesa a este siervo tuyo.
77 V engan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite.
Compadécete de mí, y viviré, pues en tu ley encuentro mi deleite.
78 S ean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.
Avergüenza a esos arrogantes que me calumnian; por mi parte, yo meditaré en tus mandamientos.
79 T órnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios.
Que se unan a mí aquellos que te honran, aquellos que conocen tus testimonios.
80 S ea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.
Perfecciona mi corazón con tus estatutos, para que no tenga de que avergonzarme. Caf
81 ¶ CAF Desfalleció de deseo mi alma por tu salvación, esperando a tu palabra.
Siento que me muero esperando tu salvación, pero sigo confiando en tu palabra.
82 D esfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
Los ojos se me apagan esperando tu promesa, y me pregunto: «¿Cuándo vendrás a consolarme?»
83 P orque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.
Me siento tan inútil como un odre viejo, pero tengo presentes tus estatutos.
84 ¿ Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
¿Cuántos años más me quedan de vida? ¿Cuándo dictarás sentencia contra mis enemigos?
85 L os soberbios me han cavado hoyos; mas no obran según tu ley.
Gente altanera me han tendido trampas, pues no actúan de acuerdo con tu ley.
86 T odos tus mandamientos son la misma verdad; sin causa me persiguen; ayúdame.
Todos tus mandamientos son verdaderos; ¡ayúdame, porque sin razón soy perseguido!
87 C asi me han consumido por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos.
Poco ha faltado para que me derriben, pero ni así me he apartado de tus mandamientos.
88 C onforme a tu misericordia vivifícame, y guardaré los testimonios de tu boca.
¡Dame vida, conforme a tu misericordia, para que cumpla los testimonios que has emitido! Lámed
89 ¶ LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos.
Señor, tu palabra es eterna, y permanece firme como los cielos.
90 P or generación y generación es tu verdad; tú afirmaste la tierra, y persevera.
Tu fidelidad es la misma por todas las edades; tú afirmaste la tierra, y ésta permanece firme.
91 P or tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos.
Por tus decretos, todo subsiste hoy, y todo está a tu servicio.
92 S i tu ley no hubiera sido mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción.
Si en tu ley no hallara mi regocijo, la aflicción ya habría acabado conmigo.
93 N unca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.
Jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has devuelto la vida.
94 T uyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.
Mi vida te pertenece; ¡sálvame, Señor, pues yo estudio tus mandamientos!
95 L os impíos me han aguardado para destruirme; mas yo entenderé en tus testimonios.
Los malvados buscan cómo destruirme, pero yo trato de entender tus testimonios.
96 A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.
He visto que aun lo perfecto se acaba, pero tus mandamientos son eternos. Mem
97 ¶ MEM ¡Cuánto he amado tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
¡Cuánto amo yo tus enseñanzas! ¡Todo el día medito en ellas!
98 M e has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.
Me has hecho más sabio que a mis perseguidores, porque tus enseñanzas están siempre conmigo.
99 M ás que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación.
Entiendo más que mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.
100 H e entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos.
Comprendo mejor que los ancianos, porque obedezco tus mandamientos;
101 D e todo mal camino detuve mis pies, para guardar tu palabra.
Me he apartado de todo mal camino, para obedecer tu palabra.
102 D e tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste.
No me he apartado de tus juicios porque eres tú quien me dirige.
103 ¡ Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca.
¡Cuán dulces son tus palabras en mi boca! ¡Son más dulces que la miel en mis labios!
104 D e tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
Tus mandamientos me han dado inteligencia; por eso odio toda senda de mentira. Nun
105 ¶ NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino.
Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!
106 J uré y ratifiqué el guardar los juicios de tu justicia.
Me comprometí, y no me arrepiento: voy a obedecer tus justas sentencias.
107 A fligido estoy en gran manera; oh SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.
Señor, me encuentro muy afligido; dame vida, conforme a tu promesa.
108 T e ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios.
Señor, espero que te agraden mis votos; enséñame a entender tus juicios.
109 D e continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley.
Mi vida está siempre en peligro, pero yo no me olvido de tu ley.
110 M e pusieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos.
Gente malvada me ha tendido trampas, pero yo no me he apartado de tus mandamientos.
111 P or heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.
Tengo tu palabra como herencia eterna, porque ellos me alegran el corazón.
112 M i corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.
De corazón me dispongo a cumplir tus estatutos siempre, hasta el fin de mis días. Sámej
113 ¶ SAMEC Los pensamientos vanos aborrezco; y tu ley he amado.
No soporto a la gente hipócrita, pero amo tus enseñanzas.
114 M i escondedero y mi escudo eres tú; a tu palabra he esperado.
Tú eres mi escondite; eres mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.
115 A partaos de mí los malignos, porque guardaré los mandamientos de mi Dios.
Ustedes los malhechores: ¡apártense de mí, que quiero obedecer los mandamientos de mi Dios!
116 S usténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no me frustres de mi esperanza.
Aliméntame con tu palabra, y viviré; ¡no permitas que se frustre mi esperanza!
117 S ostenme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos.
Sosténme, y estaré a salvo, y siempre me alegraré en tus estatutos.
118 A tropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es mentira.
Tú humillas a los que se apartan de tus estatutos, porque su astucia es pura falsedad.
119 C omo escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.
Consumes como a basura a todos los malvados, por eso yo amo tus testimonios.
120 M i carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
Todo mi ser se estremece de temor; ¡tiemblo a causa de tus sentencias! Ayin
121 ¶ AYIN Juicio y justicia he hecho; no me dejes a mis opresores.
Yo practico el derecho y la justicia; ¡no me dejes caer en poder de mis enemigos!
122 R esponde por tu siervo para bien; no me hagan violencia los soberbios.
Trata con bondad a este siervo tuyo; que no se aprovechen de mí los soberbios.
123 M is ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.
Mis ojos desfallecen esperando que me salves, y que con tu palabra me hagas justicia.
124 H az con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
Trátame con misericordia, y enséñame tus estatutos.
125 T u siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.
Yo soy tu siervo, y quiero entender y llegar a conocer tus testimonios.
126 T iempo es de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley.
Señor, ¡llegó el momento de que actúes, pues los malvados han anulado tu ley!
127 P or eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
Por eso yo amo tus mandamientos, porque son mejores que el oro más puro.
128 P or eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.
Yo estimo la rectitud y pureza de tus mandamientos; por eso me he alejado de la senda de mentira. Pe
129 ¶ PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.
Tus testimonios son admirables; por eso son el tesoro de mi alma.
130 L a exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
La enseñanza de tus palabras ilumina; y hasta la gente sencilla las entienden.
131 M i boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.
Grandes son mi sed y mis ansias por recibir y entender tus mandamientos.
132 M írame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.
Mírame, y ten misericordia de mí, como la tienes con quienes te aman.
133 O rdena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Ordena mis pasos con tu palabra, Para que el pecado no me domine.
134 R edímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
Protégeme de los hombres violentos, porque deseo obedecer tus mandamientos.
135 H az que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
Alumbra con tu presencia a este siervo tuyo, y enséñame tus estatutos.
136 R íos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
De mis brota el llanto a mares, porque hay gente que no obedece tu ley. Tsade
137 ¶ TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.
Tú, Señor, eres justo, y tus sentencias son rectas.
138 E ncargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad.
Los mandamientos que nos has dado son también justos y verdaderos.
139 M i celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
Pero el enojo me consume, porque mis enemigos olvidaron tu palabra.
140 S umamente pura es tu palabra; y tu siervo la ama.
Tu palabra es todo pureza; por eso yo, tu siervo, la amo.
141 P equeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.
Yo soy insignificante, y nada valgo, pero no me olvido de tus mandamientos.
142 T u justicia es justicia eterna, y tu ley la misma verdad.
Tu justicia es siempre justa, y tu ley es la verdad.
143 A flicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.
La aflicción y la angustia me dominan, pero el gozo de tus mandamientos me levanta.
144 J usticia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.
Tus testimonios son siempre justos; dame entendimiento y viviré. Cof
145 ¶ COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos.
Señor, yo te llamo con todo el corazón; ¡respóndeme, y cumpliré tus estatutos!
146 C lamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios.
¡Sálvame, pues a ti elevo mi clamor! ¡Quiero obedecer tus testimonios!
147 M e anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.
Clamo a ti antes de que amanezca, y me quedo esperando tu respuesta.
148 S e anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.
Me mantengo despierto toda la noche para meditar en tus mandatos.
149 O ye mi voz conforme a tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu juicio.
Señor, escúchame, por tu misericordia; ¡dame vida, conforme a tu justicia!
150 S e acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley.
Mis malvados perseguidores ya están cerca, pero de tu ley están muy lejos.
151 C ercano estás tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma verdad.
Pero tú, Señor, sí estás muy cerca, y todos tus mandamientos son verdad.
152 H ace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.
Hace tiempo llegué a conocer tus mandatos, los cuales estableciste para la eternidad. Resh
153 ¶ RESH Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.
Mira mi aflicción, y ven a salvarme, pues no me he olvidado de tu ley.
154 A boga mi causa, y redímeme; vivifícame con tu dicho.
¡Defiéndeme, y ponme a salvo! ¡Dame vida con tu palabra!
155 L ejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos.
Los malvados están lejos de tu salvación, porque no buscan tus estatutos.
156 M uchas son tus misericordias, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios.
Señor, tú eres muy bondadoso; ¡dame vida de acuerdo a tu justicia!
157 M uchos son mis perseguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado.
Son muchos los enemigos que me persiguen, pero yo no me aparto de tus testimonios.
158 V eía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras.
No soporto ver a esos traidores, porque no obedecen tus palabras.
159 M ira, oh SEÑOR, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia.
Señor, ¡mira cuánto amo tus mandamientos! ¡dame vida, conforme a tu misericordia!
160 E l principio de tu palabra es la misma verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.
La verdad es la esencia de tu palabra, y tus juicios son siempre justos. Shin
161 ¶ SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras.
Los poderosos me persiguen sin motivo, pero yo respeto y honro tu palabra.
162 M e gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos.
Es tal la alegría que me causa tu palabra que es como hallar un gran tesoro.
163 L a mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.
No soporto la mentira. ¡La aborrezco! Pero amo tus enseñanzas.
164 S iete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia.
Siete veces al día te alabo porque tus juicios son siempre justos.
165 M ucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.
Los que aman tu ley viven en completa paz, porque saben que no tropezarán.
166 T u salud he esperado, oh SEÑOR; y tus mandamientos he puesto por obra.
Señor, espero que me salves; mientras viva, cumpliré tus mandamientos.
167 M i alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.
Toda mi vida he obedecido tus estatutos, pues son el gran amor de mi vida.
168 H e guardado tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti.
He cumplido tus mandamientos y tus testimonios pues tú sabes todo lo que hago. Tav
169 ¶ TAU Acérquese mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra.
Señor, ¡escucha mi clamor! ¡Dame entendimiento, conforme a tu palabra!
170 V enga mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.
¡Que llegue mi oración a tu presencia! ¡Líbrame, como lo has prometido!
171 M is labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos.
De mis labios se desbordará la alabanza cuando me hayas enseñado tus estatutos.
172 H ablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma justicia.
Con mis labios proclamaré tu palabra, porque todos tus mandamientos son justos.
173 S ea tu mano en mi socorro; porque tus mandamientos he escogido.
Extiende tu mano para socorrerme, porque he elegido obedecer tus mandamientos.
174 H e deseado tu salud, oh SEÑOR; y tu ley es mi delicia.
Señor, yo espero que me salves, porque me deleito en tu ley.
175 V iva mi alma y alábale; y tus juicios me ayuden.
Concédeme vida para alabarte, y sosténme con tus juicios.
176 Y o me perdí como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.
Ando sin rumbo, como oveja perdida; ¡ven en busca de este siervo tuyo que no ha olvidado tus mandamientos!