1 D ios mío, por tu gran misericordia, ¡ten piedad de mí!; por tu infinita bondad, ¡borra mis rebeliones!
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia; Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones.
2 L ávame más y más de mi maldad; ¡límpiame de mi pecado!
Lávame por completo de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
3 R econozco que he sido rebelde; ¡mi pecado está siempre ante mis ojos!
Porque yo reconozco mis transgresiones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
4 C ontra ti, y sólo contra ti, he pecado; ¡ante tus propios ojos he hecho lo malo! Eso justifica plenamente tu sentencia, y demuestra que tu juicio es impecable.
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado, Y he hecho lo malo delante de Tus ojos, De manera que eres justo cuando hablas, Y sin reproche cuando juzgas.
5 ¡ Mírame! ¡Yo fui formado en la maldad! ¡Mi madre me concibió en pecado!
Yo nací en iniquidad, Y en pecado me concibió mi madre.
6 ¡ Mírame! Tú amas la verdad en lo íntimo; ¡haz que en lo secreto comprenda tu sabiduría!
Tú deseas la verdad en lo más íntimo, Y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
7 ¡ Purifícame con hisopo, y estaré limpio! ¡Lávame, y estaré más blanco que la nieve!
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 ¡ Lléname de gozo y alegría, y revivirán estos huesos que has abatido!
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado.
9 N o te fijes ya en mis pecados; más bien, borra todas mis maldades.
Esconde Tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis iniquidades.
10 D ios mío, ¡crea en mí un corazón limpio! ¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 ¡ No me despidas de tu presencia, ni quites de mí tu santo espíritu!
No me eches de Tu presencia, Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.
12 ¡ Devuélveme el gozo de tu salvación! ¡Dame un espíritu dispuesto a obedecerte!
Restitúyeme el gozo de Tu salvación, Y sostenme con un espíritu de poder.
13 A sí instruiré a los pecadores en tus caminos; así los pecadores se volverán a ti.
Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos, Y los pecadores se convertirán a Ti.
14 D ios mío, Dios de mi salvación, ¡líbrame de derramar sangre, y mi lengua proclamará tu justicia!
Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación, Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia.
15 A bre, Señor, mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Abre mis labios, oh Señor, Para que mi boca anuncie Tu alabanza.
16 A ún si yo te ofreciera sacrificios, no es eso lo que quieres; ¡no te agradan los holocaustos!
Porque Tú no Te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería; No Te agrada el holocausto.
17 L os sacrificios que tú quieres son el espíritu quebrantado; tú, Dios mío, no desprecias al corazón contrito y humillado.
Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
18 P or tu bondad, trata bien a Sión; ¡reconstruye las murallas de Jerusalén!
Haz bien con Tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.
19 T e agradarás entonces con los sacrificios que mereces, con los holocaustos y ofrendas del todo quemadas; se ofrecerán entonces becerros sobre tu altar.
Entonces Te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto y el sacrificio perfecto; Entonces se ofrecerán novillos sobre Tu altar.