1 « Poiché ecco, il giorno viene, ardente come una fornace; allora tutti i superbi e tutti i malfattori saranno come stoppia. Il giorno che viene li incendierà», dice il Signore degli eserciti, «e non lascerà loro né radice né ramo.
Porque he aquí, viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; y el día que va a venir les prenderá fuego —dice el Señor de los ejércitos — que no les dejará ni raíz ni rama.
2 M a per voi che avete timore del mio nome spunterà il sole della giustizia, la guarigione sarà nelle sue ali; voi uscirete e salterete, come vitelli fatti uscire dalla stalla.
Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo.
3 V oi calpesterete gli empi, che saranno come cenere sotto la pianta dei vostri piedi, nel giorno che io preparo», dice il Signore degli eserciti.
Y hollaréis a los impíos, pues ellos serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies el día en que yo actúe —dice el Señor de los ejércitos.
4 « Ricordatevi della legge di Mosè, mio servo, al quale io diedi sull’Oreb, leggi e precetti, per tutto Israele.
Acordaos de la ley de mi siervo Moisés, de los estatutos y las ordenanzas que yo le ordené en Horeb para todo Israel.
5 E cco, io vi mando il profeta Elia, prima che venga il giorno del Signore, giorno grande e terribile.
He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible.
6 E gli volgerà il cuore dei padri verso i figli, e il cuore dei figli verso i padri, perché io non debba venire a colpire il paese di sterminio».
El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición.