1 D ios mío, ¡líbrame de mis enemigos! ¡Ponme a salvo de los que me atacan!
Líbrame de mis enemigos, Dios mío; ponme a salvo en lo alto, lejos de los que se levantan contra mí.
2 ¡ Líbrame de los que cometen iniquidad! ¡Sálvame de esa gente sanguinaria!
Líbrame de los que hacen iniquidad, y sálvame de los hombres sanguinarios.
3 G ente poderosa se ha juntado contra mí, y me acecha para quitarme la vida. Y no es, Señor, por faltas o pecados míos;
Porque, he aquí, han puesto emboscada contra mi vida; hombres feroces me atacan, pero no es por mi transgresión, ni por mi pecado, Señor.
4 p resurosos, se disponen a atacarme sin que yo haya cometido ningún delito. ¡Míralos! ¡Despierta y ven a mi encuentro!
Sin culpa mía, corren y se preparan contra mí. Despierta para ayudarme, y mira.
5 T ú eres el Señor, el Dios de los ejércitos; ¡tú eres el Dios de Israel! ¡Despierta y castiga a todas las naciones! ¡No tengas misericordia alguna de todos esos malvados y rebeldes!
Tú, Señor, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas piedad de ningún inicuo traidor. (Selah )
6 L legan por la noche, ladrando como perros, y rondan por toda la ciudad.
Regresan al anochecer, aúllan como perros, y rondan por la ciudad.
7 D e su hocico salen gruñidos; con sus fauces lanzan hirientes puñales, mientras mascullan: «¿Y quién va a oírnos?»
He aquí, se jactan con su boca; espadas hay en sus labios, pues dicen: ¿Quién oye ?
8 P ero tú, Señor, te burlarás de ellos; ¡dejarás en ridículo a todas las naciones!
Mas tú, oh Señor, te ríes de ellos; te burlas de todas las naciones.
9 C on tu poder, Dios mío, me siento protegido; ¡tú, Dios mío, eres mi defensa!
A causa de su fuerza esperaré en ti, porque Dios es mi baluarte.
10 T ú, Dios misericordioso, vienes a mi encuentro para hacerme ver derrotados a mis enemigos.
Mi Dios en su misericordia vendrá a mi encuentro; Dios me permitirá mirar victorioso sobre mis enemigos.
11 ¡ Pero no los mates, Señor, escudo nuestro, no vaya a ser que mi pueblo se olvide! ¡Mejor humíllalos y dispérsalos con tu poder!
No los mates, para que mi pueblo no se olvide; dispérsalos con tu poder, y humíllalos, oh Señor, escudo nuestro.
12 ¡ Hazlos prisioneros de su soberbia porque pecan en todo lo que dicen, porque sólo profieren maldiciones y mentiras!
Por el pecado de su boca y la palabra de sus labios, sean presos en su orgullo, y por las maldiciones y mentiras que profieren.
13 ¡ Destrúyelos con tu furor! ¡Destrúyelos, y que dejen de existir! ¡Que sepan todos que Dios gobierna en Jacob y hasta los confines de la tierra!
Acába los en tu furor, acába los, para que ya no existan; para que los hombres sepan que Dios gobierna en Jacob, hasta los confines de la tierra. (Selah)
14 V olverán por la noche, ladrando como perros, y rondarán por toda la ciudad.
Regresan al anochecer, aúllan como perros, y rondan por la ciudad;
15 V agarán por las calles, buscando qué comer, pero no se saciarán, y pasarán la noche aullando.
merodean buscando qué devorar, y si no se sacian, gruñen.
16 P or mi parte, yo alabaré con salmos tu poder; por la mañana proclamaré tu misericordia, porque tú eres para mí una fortaleza, ¡eres mi refugio en momentos de angustia!
Pero yo cantaré de tu poder; sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia; porque tú has sido mi baluarte, y un refugio en el día de mi angustia.
17 A ti y a tu poder cantaré salmos, porque tú, Dios mío, eres mi fortaleza; ¡eres mi Dios de misericordia!
Oh fortaleza mía, a ti cantaré alabanzas; porque mi baluarte es Dios, el Dios que me muestra misericordia.