1 ¡ Sálvanos, Señor, pues ya no hay gente piadosa! ¡Ya no hay en este mundo gente fiel!
Al Músico principal: sobre Seminith: Salmo de David. SALVA, oh Jehová, porque se acabaron los misericordiosos: Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
2 U nos a otros se dicen mentiras; se hablan con labios zalameros e hipócritas.
Mentira habla cada uno con su prójimo; Con labios lisonjeros, con corazón doble hablan.
3 P ero tú, Señor, destruirás todos esos labios; acabarás con toda lengua jactanciosa,
Destruirá Jehová todos los labios lisonjeros, La lengua que habla grandezas,
4 q ue dice: «Con nuestra lengua venceremos. Con los labios que tenemos, ¿quién puede dominarnos?»
Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor?
5 T ú, Señor, has dicho: «Tanto se oprime a los pobres, y es tanto el clamor de los humildes, que ahora voy a levantarme para acudir en su ayuda.»
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová: Pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe.
6 L as palabras del Señor son puras. Son perfectamente puras, como la plata refinada en el crisol!
Las palabras de Jehová, palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.
7 T ú, Señor, nos protegerás; nos salvarás para siempre de esta generación,
Tú, Jehová, los guardarás; Guárdalos para siempre de aquesta generación.
8 a un cuando los malvados estén al acecho y la humanidad siga exaltando la vileza.
Cercando andan los malos, Mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.