1 ¿ Quién es éste que viene de Edom, De Bosra con vestiduras de colores brillantes; Este, majestuoso en Su ropaje, Que marcha en la plenitud de Su fuerza? Soy Yo que hablo en justicia, poderoso para salvar.
¿Quién es éste que viene de Edom? ¿Quién viene de Bosra, vestido de rojo? ¿Quién es el que marcha con gran poder, envuelto en tan hermoso vestido? «Soy yo, el que habla con justicia; el que es grande para salvar.»
2 ¿ Por qué es rojo Tu ropaje, Y Tus vestiduras como las del que pisa en el lagar ?
¿Y cómo es que tu vestido es rojo? A juzgar por tus ropas, ¡pareciera que estuviste pisando uvas en un lagar!
3 “ El lagar lo he pisado Yo solo; De los pueblos, ningún hombre estaba conmigo. Los pisé en Mi ira Y los aplasté en Mi furor. Su sangre salpicó Mis vestiduras Y manché todo Mi ropaje.
«Yo solo he pisado la uvas del lagar. De los pueblos, ninguno estaba conmigo. En mi enojo, aplasté esas uvas; en mi furor las pisoteé, y su sangre me salpicó la ropa y me manché mis vestiduras.
4 P orque el día de la venganza estaba en Mi corazón, Y el año de Mi redención había llegado.
Y es que sólo pienso en el día de la venganza; ¡ha llegado el año de mi redención!
5 M iré, y no había quien ayudara, Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces Mi propio brazo obtuvo salvación por Mí, Y fue Mi propio furor el que Me sostuvo.
Miré, y no había quien me ayudara. Me sorprendió no contar con ningún apoyo. ¡Fue mi brazo el que me dio la victoria! ¡Fue mi enojo lo que me sostuvo!
6 P isoteé los pueblos en Mi ira, Los embriagué en Mi furor Y derramé su sangre por tierra.” Recuento de las Misericordias del Señor
En mi enojo aplasté a los pueblos; ¡los embriagué con mi furor, y derramé su sangre por el suelo!» Bondad del Señor hacia Israel
7 L as misericordias del Señor recordaré, las alabanzas del Señor, Conforme a todo lo que nos ha otorgado el Señor, Por Su gran bondad hacia la casa de Israel, Que les ha otorgado conforme a Su compasión Y conforme a la multitud de Sus misericordias.
¡Haré memoria de la gran misericordia del Señor! ¡Evocaré sus alabanzas por todo lo que él ha hecho por nosotros! ¡Por su gran bondad hacia la casa de Israel! ¡Por haber tenido compasión de nosotros, conforme a su gran misericordia!
8 P orque El dijo: “Ciertamente, ellos son Mi pueblo, Hijos que no engañarán.” Y El fue su Salvador.
Porque él dijo: «Ellos son mi pueblo. Son mis hijos, y no saben mentir.» Y se convirtió en su Salvador.
9 E n todas sus angustias El estuvo afligido, Y el ángel de Su presencia los salvó. En Su amor y en Su compasión los redimió, Los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.
Si ellos se angustiaban, también él se angustiaba; su ángel mismo acudió a salvarlos. Por su amor y su clemencia les dio libertad; los puso en pie y los llevó en sus brazos, como lo hizo siempre en el pasado.
10 P ero ellos se rebelaron Y afligieron Su Santo Espíritu; Por lo cual El se convirtió en su enemigo Y peleó contra ellos.
Pero ellos fueron rebeldes y provocaron el enojo de su santo espíritu. Por eso él se volvió su enemigo y luchó contra ellos.
11 E ntonces Su pueblo se acordó de los días antiguos, de Moisés. ¿Dónde está el que los sacó del mar con los pastores de Su rebaño? ¿Dónde está el que puso Su Santo Espíritu en medio de ellos,
Entonces ellos se acordaron de los días de antaño, y de Moisés y de su pueblo, y se preguntaron: «¿Dónde está el que nos hizo cruzar el mar como un rebaño, con un pastor a la cabeza? ¿Dónde está el que puso su santo espíritu en medio de su pueblo?
12 E l que hizo que Su glorioso brazo fuera a la derecha de Moisés, El que dividió las aguas delante de ellos para hacerse un nombre eterno,
¿Dónde está el que los guió por la diestra de Moisés y con el poder de su brazo? ¿Dónde, el que dividió las aguas ante sus ojos y se ganó así fama perpetua?
13 E l que los condujo por los abismos? Como un caballo en el desierto, no tropezaron;
¿Dónde está el que los llevó sin tropiezo por los abismos del mar, como a un caballo que cruza el desierto?»
14 C omo a ganado que desciende al valle, El Espíritu del Señor les dio descanso. Así guiaste a Tu pueblo, Para hacerte un nombre glorioso. Plegaria por Ayuda y Misericordia
El espíritu del Señor fue su pastor. Los guió como al ganado cuando baja a las cañadas. ¡Así, Señor, guiaste a tu pueblo, y te ganaste fama y gloria! Israel pide la ayuda de Dios
15 M ira desde el cielo, y ve desde Tu santa y gloriosa morada; ¿Dónde está Tu celo y Tu poder ? La conmoción de Tus entrañas y Tu compasión para conmigo se han restringido.
Tú, que estás en el cielo, en tu santa y gloriosa morada, ¡míranos desde allí!, ¡fíjate en nosotros! ¿Dónde están tu amor y tu poder? ¿Dónde está tu entrañable compasión, y tu piedad para con nosotros? ¿Acaso se han agotado?
16 P orque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh Señor, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor.
¡Tú, Señor, eres nuestro padre! Aunque Abrahán nos ignore, e Israel no nos reconozca, tú eres nuestro padre; ¡tu nombre siempre ha sido «Redentor nuestro»!
17 ¿ Por qué, oh Señor, nos haces desviar de Tus caminos Y endureces nuestro corazón a Tu temor ? Vuélvete por amor de Tus siervos, las tribus de Tu heredad.
¿Por qué, Señor, nos has apartado de tus caminos? ¿Por qué has endurecido nuestro corazón para que no te honremos? Por amor a tus siervos, y por las tribus de tu heredad, ¡vuélvete a nosotros!
18 T u pueblo santo poseyó Tu santuario por breve tiempo; Pero nuestros adversarios lo han pisoteado.
Muy poco tiempo tu santo pueblo estuvo en posesión de tu santuario, pero ahora nuestros enemigos lo han pisoteado.
19 H emos venido a ser como aquéllos sobre los que nunca gobernaste, Como aquéllos que nunca fueron llamados por Tu nombre.
Hemos llegado a ser como aquellos de los que nunca fuiste señor, ¡como aquellos sobre los cuales nunca fue invocado tu nombre!