1 ¡ Ah, si tú fueras como mi hermano, Amamantado a los pechos de mi madre! Si te encontrara afuera, te besaría, Y no me despreciarían.
2 T e llevaría y te introduciría En la casa de mi madre, que me enseñaba; Te daría a beber vino sazonado del zumo de mis granadas.
3 Q ue esté su izquierda bajo mi cabeza Y su derecha me abrace.” EL ESPOSO:
4 “ Quiero que juren, oh hijas de Jerusalén; Que no despertarán ni levantarán a mi amor, Hasta que quiera.” EL CORO:
5 “ ¿Quién es ésta que sube del desierto, Recostada sobre su amado?” EL ESPOSO: “Debajo del manzano te desperté; Allí tu madre tuvo dolores de parto por ti, Allí tuvo dolores de parto, y te dio a luz.” LA ESPOSA:
6 “ Ponme como un sello sobre tu corazón, Como un sello sobre tu brazo, Porque fuerte como la muerte es el amor, Inexorables como el Seol, los celos; Sus destellos, son destellos de fuego, La llama misma del Señor.
7 L as muchas aguas no podrán extinguir el amor, Ni los ríos lo apagarán. Si el hombre diera todos los bienes de su casa por amor, Sólo lograría desprecio.” EL CORO:
8 “ Tenemos una hermana pequeña, Y todavía no tiene pechos; ¿Qué haremos por nuestra hermana El día en que sea pedida?
9 S i ella es una muralla, Edificaremos sobre ella un baluarte de plata; Pero si es una puerta, La reforzaremos con tablas de cedro.” LA ESPOSA:
10 “ Yo soy una muralla, y mis pechos como torres, Entonces fui a sus ojos como quien halla la paz.
11 S alomón tenía una viña en Baal Hamón, Confió la viña a los guardas; Cada uno debía traer por su fruto mil siclos (11. 4 kilos) de plata.
12 M i viña, que es mía, está a mi disposición; Los mil siclos son para ti, Salomón, Y doscientos, para los que guardan su fruto.” EL ESPOSO:
13 “ Oh tú, que moras en los huertos, Mis compañeros están atentos a tu voz; Déjame que la oiga.” LA ESPOSA:
14 “ Apresúrate, amado mío, Y sé como una gacela o un cervatillo Sobre los montes de los aromas.”