1 E l Señor estaba de pie, junto el altar. Yo lo vi, y le oí decir: «¡Derriba el capitel! ¡Que se estremezcan los umbrales! ¡Que se hagan pedazos sobre la cabeza de todos! A los que sobrevivan, los mataré a filo de espada. ¡Ninguno de ellos podrá huir ni escapar!
Vi al Señor que estaba de pie junto al altar, y dijo: Derriba el capitel, y estremézcanse los dinteles, y hazlos pedazos sobre la cabeza de todos; y al que quede de ellos lo mataré a espada; no habrá de ellos quien huya, ni quien escape. Los juicios del Señor son ineludibles
2 A unque se escondan en el fondo del sepulcro, de allá los sacaré con mi mano. Aunque trepen hasta el cielo, de allí los bajaré.
Aunque traten de forzar la entrada del Seol, de allá los sacará mi mano; y aunque suban hasta el cielo, de allá los haré descender.
3 A unque se escondan en la cumbre del Carmelo, hasta allá iré a buscarlos y a traerlos; aunque traten de esconderse de mi vista, y bajen a lo profundo del mar, hasta allá mandaré a la serpiente para que los muerda.
Si se esconden en la cumbre del Carmel, allí los buscaré y los agarraré; y aunque se escondan de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá.
4 A unque marchen al cautiverio delante de sus enemigos, hasta allá mandaré la espada para que los mate. Para su mal, y no para su bien, no les voy a quitar la vista de encima.»
Y si van en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré la espada, y los matará; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien.
5 C uando el Señor de los ejércitos toca la tierra, ésta se derrite y todos sus habitantes lloran. Y se hincha la tierra como un río, y luego decrece como el río de Egipto.
El Señor, Jehová de los ejércitos, es el que toca la tierra, y ésta se funde, y hacen duelo todos los que en ella moran; y la hace subir toda entera como un río, y merma luego como el río de Egipto.
6 E l Señor extendió el cielo sobre la tierra, y en el cielo edificó sus cámaras. El Señor llama a las aguas del mar para derramarlas sobre la faz de la tierra. Su nombre es el Señor.
El que edificó en el cielo sus altas moradas, y ha establecido su firmamento sobre la tierra; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre.
7 « ¿Acaso ustedes, israelitas, son ante mí diferentes a los etíopes? ¿No fui yo quien sacó de Egipto a Israel? ¿Y quien trajo de Caftor a los filisteos, y de Quir a los arameos? —Palabra del Señor.
Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de etíopes, dice Jehová? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos?
8 » Mis ojos están atentos y en contra de este reino pecador. ¡Voy a borrarlo de la faz de la tierra! Pero no destruiré del todo la casa de Jacob. —Palabra del Señor.
He aquí que los ojos del Señor Jehová están sobre el reino pecador, y yo lo asolaré de sobre la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová.
9 » Voy a ordenar que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en la criba, sin que caiga a tierra un solo grano.
Porque he aquí, yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae ni un granito en tierra.
10 A filo de espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, esos que dicen que el mal no se les acercará ni los alcanzará. Restauración futura de Israel
A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No nos alcanzará ni nos agarrará el mal. Restauración futura de Israel
11 » Cuando llegue el día, yo volveré a levantar el tabernáculo de David, que ahora está derribado, y repararé sus grietas y reedificaré sus ruinas. Volveré a edificarlo, como en el pasado,
En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo reedificaré como en el tiempo pasado;
12 p ara que todos aquellos sobre los que se invoca mi nombre tomen posesión del resto de Edom, y de todas las naciones. —Palabra del Señor, que así lo hará.
para que reconquisten el resto de Edom, y todas las naciones sobre las cuales es invocado mi nombre, dice Jehová, que hace esto.
13 » Vienen días en que los que aran alcanzarán a los que siegan, y los que pisan las uvas alcanzarán a los que siembran. Los montes destilarán mosto, y todas las colinas se derretirán. —Palabra del Señor.
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.
14 » Haré volver del cautiverio a mi pueblo Israel, y ellos reconstruirán las ciudades destruidas y volverán a habitarlas; plantarán viñas, y de ellas beberán el vino, y plantarán huertos, y de ellos comerán su fruto.
Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos.
15 Y o los plantaré sobre su tierra, y nunca más volverán a ser arrancados de ella, pues yo se la di en posesión.» —Palabra del Señor su Dios.
Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, dice Jehová, tu Dios.