T he king commanded Hilkiah the high priest, and the priests of the second order, and the keepers of the threshold, to bring out of Yahweh’s temple all the vessels that were made for Baal, for the Asherah, and for all the army of the sky, and he burned them outside of Jerusalem in the fields of the Kidron, and carried their ashes to Bethel.
Entonces el rey ordenó al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacaran del templo del Señor todos los utensilios que habían sido hechos para Baal y para Asera y para todo el ejército de los cielos, y que los quemaran en el campo del Cedrón, fuera de Jerusalén, y que las cenizas fueran llevadas a Betel.
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