— Óyenos, señor nuestro. Tú eres un príncipe de Dios entre nosotros; sepulta a tu muerta en lo mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros te negará su sepulcro ni te impedirá que entierres a tu muerta.
Listen to us, my lord; you are a mighty prince among us. Bury your dead in any tomb or grave of ours that you choose; none of us will withhold from you his tomb or hinder you from burying your dead.
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