E n aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar,
At that time it shall be said to this people and to Jerusalem, A dry wind of the high places of the wilderness came toward the daughter of my people, not to fan, nor to cleanse.
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