E ven so, affectionately longing for you, we were well pleased to impart to you, not the Good News of God only, but also our own souls, because you had become very dear to us.
Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros.
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