H ow much more, when wicked men have slain a righteous person in his own house on his bed, should I not now require his blood from your hand, and rid the earth of you?”
¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora, pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?
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