M uy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué, pues, ves a los criminales y callas cuando destruye el impío al que es más justo que él?
Muy limpio eres de ojos para ver el mal, y no puedes contemplar inactivo el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,
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