P orque te confiaste en tu maldad, diciendo: “Nadie me ve.” Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: “Yo, y nadie más.”
Te sentiste segura en tu maldad y dijiste: “Nadie me ve.” Tu sabiduría y tu conocimiento te han engañado, y dijiste en tu corazón: “Yo, y nadie más.”
Continue reading Report error