q ue no oye la voz de los que encantan, por más hábil que sea el encantador.
كَما لا تَسمَعُ الأفعَى السّامَّةُ صَوتَ الحاوِي. بِمَهارَةٍ يُعِدُّونَ مَكائِدَهُمْ.