y respondió a Efrón en presencia del pueblo del lugar, diciendo: —Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo pagaré el precio de la heredad; acéptalo y sepultaré en ella a mi muerta.
y a oídos del pueblo de aquella tierra le hablo a Efrón: “Le ruego que me oiga. Le daré el precio del campo. Acépte lo de mí, para que pueda sepultar allí a mi difunta.”
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