N o haga caso ahora mi señor de ese hombre de Belial; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y la insensatez está con él: mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste.
No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y la insensatez lo acompaña; pero yo, tu sierva, no vi a los jóvenes que tú enviaste.
Continue reading Report error