R espondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dilo de palabra, y quedará sanado mi criado.
فَأجابَهُ الضّابِطُ: «يا سَيِّدُ، أنا لا أستَحِقُّ أنْ تَدخُلَ بَيتِي، ما عَلَيكَ إلّا أنْ تَقُولَ كَلِمَةً فَيُشفَى خادِمِي.
Continue reading Report error