A hora, pues, llamamos dichosos a los soberbios; los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios. No sólo prosperan los que hacen el mal, sino que también ponen a prueba a Dios y escapan sin ser castigados.’”
Continue reading Report error