Y también el vino es traicionero, el hombre soberbio no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se sacia; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos. Ayes contra los injustos
»Además, el que es dado al vino es traicionero, hombre orgulloso, que no prosperará; ensancha como el seol su garganta y es insaciable como la muerte, aunque reúna para sí todas las naciones y acapare para sí todos los pueblos.
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