H asta aquí llega su relato. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y el color de mi rostro se demudó; y guardé el asunto en mi corazón.
Hasta aquí llega su relato. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y el color de mi rostro se demudó; y guardé el asunto en mi corazón.
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