N o me avergüenza el jactarme una vez más de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para la edificación de ustedes, y no para su destrucción.
Pues aunque yo me gloríe más todavía respecto de nuestra autoridad, que el Señor nos dio para edificación y no para la destrucción de ustedes, no me avergonzaré,
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