E ntonces Ananías, que era el sumo sacerdote, ordenó a los que estaban junto a él que lo golpearan en la boca;
فَأمَرَ حَنانِيّا رَئِيسُ الكَهَنَةِ الواقِفِينَ إلَى جانِبِ بُولُسَ بِضَربِهِ عَلَى فَمِهِ.