L a gente en Nínive parece una represa cuyas aguas se hubieran desbordado. Algunos gritan: «¡Deténganse, deténganse!», pero nadie retrocede.
Nínive es como un estanque cuyas aguas se escapan. Gritan: “¡Deteneos, deteneos!”, pero ninguno mira.
Continue reading Report error