A sí ha dicho el Señor tu Dios, el Dios que aboga por su pueblo: «Ya he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, y la última gota del cáliz de mi ira. Nunca más volverás a beberlo.
Así dice tu Señor, el Señor tu Dios, que contiende por su pueblo: He aquí, he quitado de tu mano la copa del vértigo, el cáliz de mi furor, nunca más lo beberás.
Continue reading Report error