P aloma mía, escondida en los agujeros de la peña, en parajes escondidos y escarpados, ¡déjame contemplar tu rostro!, ¡déjame escuchar tu voz! ¡Cuán placentera es tu voz, y cuán hermoso tu semblante!»
My dove in the clefts of the rock, In the hiding places of the mountainside, Let me see your face. Let me hear your voice; for your voice is sweet, and your face is lovely.
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