p ero en cuanto llegó al monte, donde estaba el varón de Dios, se arrojó a sus pies. Guejazí se acercó y trató de levantarla, pero el varón de Dios le dijo: «Déjala, que se encuentra muy amargada. Pero el Señor no me ha dicho qué es lo que pasa, sino que me ha encubierto el motivo.»
When she came to the mountain to the man of God, she clung to his feet. Gehazi came to thrust her away, but the man of God said, Let her alone, for her soul is bitter and vexed within her, and the Lord has hid it from me and has not told me.
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