Y en las puertas del templo había labrados de querubines y palmas, así como estaban hechos en las paredes, y grueso madero sobre la delantera de la entrada por de fuera.
Las puertas tenían querubines y palmeras labrados, semejantes a los que había en las paredes, y en la fachada del atrio, por la parte exterior, había un portal de madera.
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