E ram fortes, numerosos e altos como os enaquins. O Senhor os exterminou, e os amonitas os expulsaram e se estabeleceram em seu lugar.
Eran un pueblo grande, numeroso y alto, como los hijos de Anac, a los cuales Jehová exterminó delante de los amonitas. Estos desalojaron a aquellos y habitaron en su lugar,
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