T he king of Syria did not leave to Jehoahaz an army of more than fifty horsemen, ten war-wagons and 10, 000 foot-soldiers. For the king of Syria had destroyed them and made them like the dust of beaten grain.
Porque no le había quedado pueblo a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros, y diez mil hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para hollar.
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