A nd when they arose early the next morning, there was Dagon, fallen on its face to the ground before the ark of the Lord. The head of Dagon and both the palms of its hands were broken off on the threshold; only Dagon’s torso was left of it.
Al levantarse de nuevo de mañana, al siguiente día, Dagón había caído postrado en tierra delante del Arca de Jehová, y la cabeza de Dagón y sus dos manos estaban cortadas sobre el umbral; a Dagón solamente le quedaba el tronco.
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