S in embargo, el primogénito de los animales, que por su primogenitura pertenece al Señor, nadie puede consagrarlo; ya sea buey u oveja, es del Señor.
¶ Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es del SEÑOR, nadie lo santificará; sea buey u oveja, del SEÑOR es.
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