M iré, y no había quien ayudara, Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces Mi propio brazo obtuvo salvación por Mí, Y fue Mi propio furor el que Me sostuvo.
And I looked, and there was none to help; and I wondered that there was none to uphold: and mine own arm brought salvation unto me; and my fury, it upheld me.
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