¿ Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡ El es la salvación de mi ser, y mi Dios!
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Continue reading Report error