E d egli, chinatosi su di lei, sgridò la febbre e questa la lasciò; ed ella, alzatasi prontamente, si mise a servirli.
Él se inclinó hacia ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre se le quitó. Al instante, ella se levantó y comenzó a atenderlos. Muchos sanados al caer la tarde
Continue reading Report error