A motivo del grido di Heshbon la loro voce s'è udita fino a Elealeh e a Jahats, da Tsoar fino a Horonaim, come una giovenca di tre anni; perfino le acque di Nimrim sono divenute una desolazione.
El clamor de Hesbón llega hasta Eleale y hasta Jahaza; levantaron su voz, desde Zoar hasta Horonaim y hasta Eglat Selisiya; porque también las aguas de Nimrim se secarán.
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