F u perciò riferito alla casa di Davide, dicendo: «I Siri si sono accampati in Efraim». Cosí il cuore di Achaz e il cuore del suo popolo tremarono, come tremano gli alberi della foresta per il vento.
Cuando se dio este aviso a la casa de David: “Los Arameos han acampado en Efraín,” se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento.
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