E nséñanos qué le hemos de decir a Dios; no podemos ordenar nuestro argumento a causa de las tinieblas.
«عَلِّمنا ماذا نَقُولُ للهِ! فَنَحنُ الجُهّالَ، لا نَستَطِيعُ أنْ نُرَتِّبَ كَلامَنا!