S e ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: Tu siervo Ben-adad dice: “Te ruego que me perdones la vida.” Y él dijo: ¿Vive todavía? Es mi hermano.
So they girded sackcloth on their loins, and put ropes on their heads, and came to the king of Israel, and said, Thy servant Ben-hadad saith, I pray thee, let me live. And he said, Is he yet alive? he is my brother.
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