Y Dios dijo a Abram: Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya, donde serán esclavizados y oprimidos cuatrocientos años.
Entonces el Señor le dijo: «Debes saber que tu descendencia habitará en una tierra extraña, y que allí será esclava y la oprimirán durante cuatrocientos años.
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