T ú dijiste: ¡Ay de mí ahora! Porque me ha añadido el SEÑOR tristeza sobre mi dolor; trabajé en mi gemido, y no he hallado descanso.
te has quejado de que yo, el Señor, he añadido tristeza a tu dolor. Dices estar fatigado de tanto gemir, y que no has hallado reposo.
Continue reading Report error