F ueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me decían todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
دُمُوعِي صارَتْ طَعامِي الَّذِي أتَناوَلُهُ لَيلَ نَهارٍ، إذْ يَسألُونَنِي كُلَّ الوَقْتِ: «أينَ إلَهُكَ؟»