و َعَلَّقَ مَلِكَ عايَ عَلَى شَجَرَةٍ إلَى المَساءِ. وَفِي المَساءِ أمَرَ يَشُوعُ، فَأنزَلُوا جَسَدَهُ المَيِّتَ مِنْ عَلَى الشَّجَرَةِ، وَألقُوهُ عِندَ بَوّابَةِ المَدِينَةِ، وَأقامُوا عَلَيهِ كَومَةَ صُخُورٍ عَظِيمَةً باقِيَةً إلَى هَذا اليَومِ. البَرَكاتُ وَاللَّعْنات
Al rey de Hai lo colgó de un árbol hasta que cayó la noche, y cuando el sol se puso dio órdenes de que bajaran el cuerpo y lo arrojaran a las puertas de la ciudad. Sobre el cuerpo hacinaron un montón de piedras, el cual permanece hasta el día de hoy. Lectura de la ley en el monte Ebal
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