« أيَّتُها السَّماواتُ، استَمِعِي فَأتَكَلَّمَ! وَلْتَسمَعِ الأرْضُ كَلامَ فَمِي.
Prestad atención, oh cielos, y dejadme hablar; y escuche la tierra las palabras de mi boca.