ف َازْدادَ التَّلامِيذُ دَهْشَةً وَكانُوا يَقُولُونَ: «فَمَنْ يُمكِنُ أنْ يَخلُصَ إذاً؟»
Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: —¿Quién, pues, podrá ser salvo?