ي ُهِينُنِي خُصُومِي، وَعِظامِي يَسْحَقُونَ. يَسألُونَنِي كُلَّ الوَقْتِ: «أينَ إلَهُكَ؟»
Es como muerte en mis huesos, cuando mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?