و َقُلْتُ لِلمَلِكِ: «أطالَ اللهُ عُمْرَكَ أيُّها المَلِكُ. كَيفَ لا أكُونُ حَزِيناً وَالمَدِينَةُ الَّتِي دُفِنَ فِيها آبائِي خَرابٌ وَبَوّاباتُها قَدْ دُمِّرَتْ بِالنّار.»
Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego?
Continue reading Report error